El socialismo progresista moderno, es una corriente filosófica amalgamada a las políticas sociales, colectivas y económicas, funciona ideológicamente abarcando un conjunto de sistemas socioeconómicos, que cambian en todo momento a gusto del poder de turno y con ellos, nunca sabes a qué atenerte, porque son camaleónicos, en el sentido de que cada día opinan algo distinto del mismo hecho; así logran aprovechar y retener o mantenerse con total impunidad en el poder, avasallar con totalidad en todo momento para conseguir, obtener y alcanzar el objetivo de sometimiento generalizado; utilizan cualquier artimaña para lograrlo, hasta llegar a juntarse con personas tránsfugas, después de haber dicho barbaridades semejantes.
Los seguidores fervientes y orgullosos mutan y se transforman continuamente, y en los estados donde no se ha podido instalar el régimen en su totalidad, se adaptan a la idiosincrasia de cada país, pero todos con la misma consigna: copiar, agrandar y dar lectura a destiempo de algún viejo y desactualizado testamento, con relatos de personajes épicos, atestados con argucias, generando dudas en toda la sociedad; con polémica negativa, violencia y caos, te despojan del mérito junto a la dignidad y te quitan la anhelada esperanza al ascenso social, engendran un sistema muy cínico de versiones falsas sobre los hechos, con la mayor tranquilidad e indiferencia hacia los actos de matar, logrando lo programado, la división entre las diferentes clases sociales, la de la amistad y hasta la familiar, pero el lema es seguir ejercitando y desarrollando habilidades, en la construcción de frases narradas con un estilo grandilocuente, como decir «No es lo mismo luchar por la libertad, que combatir contra ella».
Manuel Varela Garea – Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina