El ruiseñor, ave migratoria, procrea en los bosques de Europa y de Asia. Tiene tez morena. El ruiseñor, conocido en las tradiciones populares por anunciar la primavera y sobre todo, el ruiseñor macho es el símbolo del amor, que con expresión emocional pone su corazón en la música, como las personas lo hacen con la misma.
El talento musical varía en cada individuo tomando en cuenta la calidad de la voz, composición musical, interpretación y la habilidad del dominio de la técnica, buscando el equilibrio perfecto de la velocidad del tiempo y la fuerza del sonido tonal, que va creciendo gradualmente a medida que las notas dulces y puras suben y bajan. Entre medio una pausa y luego se elevan para volver a caer suavemente con un registro impresionante de silbidos, gorgoteos, gorgeos y otros sonidos canta durante el día. Su hábito es hacerlo hasta bien entrada la noche; es cuando su canto sobresale, llegando a la plenitud aún con más fuerza arrolladora; se hace escuchar en los ambientes de la gran ciudad por encima de todo decibel del ruido ambiental.
El canto del ruiseñor es maravilloso, tanto por el efecto emocional que produce al interpretar las potentes frases rítmicas y los agudísimos tonos con asombrosa pericia. Esos trinos maravillosos, con el movimiento y la belleza natural de su entorno, uniéndose con la poesía en la noche, provocando una emoción con creciente intensidad que va directamente desde el corazón al corazón; hoy es reconocido y lo llaman señor Ariel Zamora, El Ruiseñor.